La Unión Europea evita el choque frontal con las formas del trumpismo

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Frente al trumpismo la reacción no debe, ni puede ser, la del choque frontal, el encender una cadena de alta hostilidad. La Unión Europea quiere mantener un clima de diálogo, respeto y colaboración con Estados Unidos. Es el espíritu de la cumbre de cruce de opiniones en La Valeta, la capital de Malta.



En los debates, atención sobre todo a la actuación de las mafias y los negreros en el Mediterráneo central y la situación en Libia. No es sólo asunto grave para Italia sino motivo de preocupación general. En Trípoli resulta complejo aún que se asiente un poder con respaldo y control total del país.

En los debates de La Valeta, que han tenido una primera parte con Theresa May y otra segunda sin ella, el foco a fondo en una Unión Europea sin el Reino Unido. El diseño de la nueva relación tras el Brexit se ha convertido en una cuestión urgente. Tampoco se desea un divorcio emocional a chillido limpio ni colgar el teléfono con estrépito. No es el estilo europeo. Y para España es fundamental que exista un marco definido y preciso.

Indudablemente hay diferentes sensibilidades sobre todo lo que ha sucedido en el comienzo de la presidencia exprés de Donald Trump. Pero el criterio, en el que pesan los argumentos de Mariano Rajoy, que se afianza es el de subrayar los valores europeos frente al populismo. Así como los principios que unen a los Estados que forman parte de la Unión Europea.

Respecto a la situación en el Mediterráneo central, respaldo a las propuestas de la Comisión Europea para reforzar la  formación de guardacostas libios en la lucha contra las mafias y negreros. Es la principal vía de entrada de los inmigrantes irregulares. Se quiere establecer un modelo tan efectivo como el acuerdo con Turquía para reducir drásticamente los flujos migratorios.

En La Valeta, sin la presencia de Theresa May, debate de las líneas generales del documento que se quiere aprobar en la cumbre de Roma. Será el momento de conmemorar el 60 aniversario del Tratado que sentó los pilares de la Unión Europea. En la cumbre del 25 de marzo se fijará la hoja de ruta de la Unión Europea tras el Brexit.

Frente a las reflexiones iniciales del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, una reacción de pragmatismo.

Aislacionismo y proteccionismo ha marcado el comienzo de la presidencia de Donald Trump. La reacción europea mira a un próximo futuro en el que se podrán hacer cosas en conjuno con Estados Unidos, y otras deberán abordarse en solitario. Invertir más en defensa, apostar por los acuerdos comerciales internacionales y cooperar más con África y las zonas de origen de refugiados e inmigrantes, en el próximo radar de la Unión Europea. 
 

- Ver también, Trump tensa las relaciones con Australia al colgar el teléfono a su primer ministro (Hechos de Hoy)
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