Unión Europea, acuerdo migratorio con la estrategia del círculo rojo
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No hay una solución mágica ante el desafío migratorio, que no crisis. Pero hubo un ambiente distendido. Sin navajeo ni tremendismo político.
El prinipal acuerdo de la minicumbre extraodinaria antes del Consejo Europeo constató la imposibilidad, hoy por hoy, de definir y aplicar una política conjunta en la Unión Europea ante desafío tan complejo. Unión Europea, acuerdo migratorio por círculos, sería el primer balance.
Constatado este marco, Emmanuel Macron y Angela Merkel creen que lo principal es no caer en la falta de acción, en la paralización. La decisión de esta minicumbre, apoyada conjuntamente por Francia y Alemania, es la teoría del círculo rojo.
Primero avanzar en un acuerdo entre dos o tres países. Y luego proyectar este círculo rojo a círculos sucesivos, pero sin necesidad de implicar a los 28 países miembros de la Unión Europea. Es la fórmula de acuerdos bilaterales o trilaterales.
El primer foco de acuerdos se centra en la necesidad de trabajar más con los países de origen y tránsito de la inmigración, mejorar la protección de las fronteras exteriores, y reformar los procedimientos de asilo. Se quiere perfeccionar la cooperación con los países de origen y tránsito de los inmigrantes, algo que ya se ha hecho con Turquía o el Norte de África.
Acuerdo también para reforzar la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y la ampliación de las competencias de la Oficina Europea de Ayuda al Asilo (EASO).
Por el momento, Angela Merkel y Emmanuel Macron lideran un núcleo duro para rebajar la tensión migratoria. De este primer círculo rojo se quiere pasar a formar un grupo de reducido de trabajo sin implicar a los 28 Estados de la Unión Europea.
El prinipal acuerdo de la minicumbre extraodinaria antes del Consejo Europeo constató la imposibilidad, hoy por hoy, de definir y aplicar una política conjunta en la Unión Europea ante desafío tan complejo. Unión Europea, acuerdo migratorio por círculos, sería el primer balance.
Constatado este marco, Emmanuel Macron y Angela Merkel creen que lo principal es no caer en la falta de acción, en la paralización. La decisión de esta minicumbre, apoyada conjuntamente por Francia y Alemania, es la teoría del círculo rojo.
Primero avanzar en un acuerdo entre dos o tres países. Y luego proyectar este círculo rojo a círculos sucesivos, pero sin necesidad de implicar a los 28 países miembros de la Unión Europea. Es la fórmula de acuerdos bilaterales o trilaterales.
El primer foco de acuerdos se centra en la necesidad de trabajar más con los países de origen y tránsito de la inmigración, mejorar la protección de las fronteras exteriores, y reformar los procedimientos de asilo. Se quiere perfeccionar la cooperación con los países de origen y tránsito de los inmigrantes, algo que ya se ha hecho con Turquía o el Norte de África.
Acuerdo también para reforzar la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y la ampliación de las competencias de la Oficina Europea de Ayuda al Asilo (EASO).
Por el momento, Angela Merkel y Emmanuel Macron lideran un núcleo duro para rebajar la tensión migratoria. De este primer círculo rojo se quiere pasar a formar un grupo de reducido de trabajo sin implicar a los 28 Estados de la Unión Europea.
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