Soraya Sáenz de Santamaría, la compleja misión de Cataluña
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Josep Enric Millo i Rocher (Tarrasa, 1960), del Partido Popular de Cataluña y exmilitante de Unión Democrática de Cataluña, tomó posesión en Barcelona. Sucede como delegado del Gobierno en Cataluña a María de los Llanos de Luna Tobarra que fue despedida con frialdad.
El acto de Barceloa se convirtió en el mejor termómetro de la tarea colosal que asume Soraya Sáenz de Santamaría como vicepresidenta del Gobierno y superministra de Cataluña como están demostrando los acontecimientos.
Sin duda, el escenario en la democrracia es el de cumplir la ley. Pero el foco pasó de los abogados del Estado a los estrategas políticos. Se debe revisar y llegar a acuerdos en el encaje de Cataluña en España y la relación entre el Gobierno y la Generalitat de forma coordinada y cordial. Lo contrario es un dislate.
Han sido cuatro años de desencuentros, algunos muy vivos, en la etapa de Artur Mas. La misión de Soraya Sáenz de Santamaría es la de avanzar en el deshielo. Carles Puiugdemont y Oriol Junqueras son sus interlocutores en conversaciones y negociacioes que es más lógico que se desarrollen en Barcelona. La propia vicepresidenta consideró operativo, e inteligente, situar un despacho próximo a sus interlocutores. Finalmente este proceso debe converger sobre Mariano Rajoy.
Todo este nuevo escenario que se alumbra se pudo visualizar en la toma de posesión de Enric Millo, un acto político y social en el que la vicepresidenta pidió que "el diálogo y la lealtad institucional" sean los ejes de un nuevo tiempo político. La vicepresidenta apuntó ideas interesantes y de inmediata aplicación al señalar que esta nueva hora política se debe afrontar "no buscando en los demás el origen de los problemas", sino tratando de "hacerles partícipes de las soluciones".
- Ver también, Mandíbula de cristal y puño de acero, Susana vs Podemos en Ana Rosa (Hechos de Hoy)
El acto de Barceloa se convirtió en el mejor termómetro de la tarea colosal que asume Soraya Sáenz de Santamaría como vicepresidenta del Gobierno y superministra de Cataluña como están demostrando los acontecimientos.
Sin duda, el escenario en la democrracia es el de cumplir la ley. Pero el foco pasó de los abogados del Estado a los estrategas políticos. Se debe revisar y llegar a acuerdos en el encaje de Cataluña en España y la relación entre el Gobierno y la Generalitat de forma coordinada y cordial. Lo contrario es un dislate.
Han sido cuatro años de desencuentros, algunos muy vivos, en la etapa de Artur Mas. La misión de Soraya Sáenz de Santamaría es la de avanzar en el deshielo. Carles Puiugdemont y Oriol Junqueras son sus interlocutores en conversaciones y negociacioes que es más lógico que se desarrollen en Barcelona. La propia vicepresidenta consideró operativo, e inteligente, situar un despacho próximo a sus interlocutores. Finalmente este proceso debe converger sobre Mariano Rajoy.
Todo este nuevo escenario que se alumbra se pudo visualizar en la toma de posesión de Enric Millo, un acto político y social en el que la vicepresidenta pidió que "el diálogo y la lealtad institucional" sean los ejes de un nuevo tiempo político. La vicepresidenta apuntó ideas interesantes y de inmediata aplicación al señalar que esta nueva hora política se debe afrontar "no buscando en los demás el origen de los problemas", sino tratando de "hacerles partícipes de las soluciones".
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