Sergio Mattarella quiere escuchar las opiniones de Giorgio Napolitano
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Luz verde del Senado en Italia a los Presupuestos de 2017 por 166 votos a favor, 70 en contra y una abstención. Fue la condición impuesta por el presidente de la República, Sergio Mattarella, al primer ministro, Matteo Renzi, para aceptar su dimisión.
En Roma se suceden las noticias contradictorias. En un primer momento se sabe que hubo rabia por parte de Matteo Renzi. La reacción inicial pasaba por plantar al Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y encarar una nueva vida, todo un año sabático en Estados Unidos.
En el ánimo de Sergio Mattarella está el realizar unas consultas finas, sopesando muchas posiciones. Quiere además consejos sabios. Por eso ha invitado a estas consultas al expresidente Giorgio Napolitano, una figura respetada. A todas las dificultades se suma la falta de una ley electoral, que debe ser negociada y aprobada.
Si en el horizonte, a medio plazo, se dibujan unas nuevas elecciones, a corto plazo se espera un gobierno de gestión que sea sólido. Por lo tanto, un gobierno institucional respaldado por todos los partidos. No supone una tarea fácil.
Podría estar liderado por el presidente del Senado (la segunda figura de Italia), el exmagistrado antimafia Pietro Grasso. El ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, independiente, es otra de las opciones. A todas las cuestiones delicadas de Italia se suma su proyección internacional. Preside el G-7 duramte el primer semestre del 2017. Un G-7 que no será sencillol con la presenca de Donald Trump quien muy seguramente exigirá el retorno inmediato al G-8 con Vladimir Putin.
- Ver también, John Kerry comprende la ansiedad ante Donald Trump en la Casa Blanca (Hechos de Hoy)
En Roma se suceden las noticias contradictorias. En un primer momento se sabe que hubo rabia por parte de Matteo Renzi. La reacción inicial pasaba por plantar al Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y encarar una nueva vida, todo un año sabático en Estados Unidos.
En el ánimo de Sergio Mattarella está el realizar unas consultas finas, sopesando muchas posiciones. Quiere además consejos sabios. Por eso ha invitado a estas consultas al expresidente Giorgio Napolitano, una figura respetada. A todas las dificultades se suma la falta de una ley electoral, que debe ser negociada y aprobada.
Si en el horizonte, a medio plazo, se dibujan unas nuevas elecciones, a corto plazo se espera un gobierno de gestión que sea sólido. Por lo tanto, un gobierno institucional respaldado por todos los partidos. No supone una tarea fácil.
Podría estar liderado por el presidente del Senado (la segunda figura de Italia), el exmagistrado antimafia Pietro Grasso. El ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, independiente, es otra de las opciones. A todas las cuestiones delicadas de Italia se suma su proyección internacional. Preside el G-7 duramte el primer semestre del 2017. Un G-7 que no será sencillol con la presenca de Donald Trump quien muy seguramente exigirá el retorno inmediato al G-8 con Vladimir Putin.
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