La sentencia del Tribunal Supremo, importante derrota para Theresa May
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Un triunfo de la democracia. 11 magistrados a favor y tres en contra en una sentencia del Tribunal Supremo que deja en manos de los diputados la revisión del plan inicial de Theresa May a favor del llamado Brexit duro, la hoja de ruta para sacar completamente al Reino Unido del mercado único de la Unión Europea y recuperar el control total sobre la inmigración.
La lucha de la ciudadana Gina Miller, ejecutiva de la City, recibió el respaldo del Tribunal Supremo. Se reconoce la prerrogativa real (el gobierno puede tomar decisiones en nombre de la Corona sin consultar al Parlamento) pero no su utilización para cambiar leyes. Únicamente el Parlamento es soberano.
La primera lectura a las reacciones encontradas a este fallo muestra la fractura política en el Reino Unido desde que el pasado 23 de junio los británicos decidieran abandonar la Unión Europea por un 52% contra un 48%. Antes de ser recibida en la Casa Blanca por Donald Trump, la sentencia supuso una severa derrota para Theresa May. Debe presentar ahora un proyecto de ley que se someterá a escrutinio parlamentario.
No podrá imponer, sin debate ni control, una ruptura radical que deje al Reino Unido completamente fuera del mercado único, el mayor bloque de libre comercio del mundo. Theresa May buscaba una drástica manera de recuperar el control sobre las fronteras y de salir de la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia.
El debate que se abre ahora es el de un Brexit duro o Brexit blando. No está en discusión el Brexit en si mismo. Pero sí la imposición sin control.
La lucha de la ciudadana Gina Miller, ejecutiva de la City, recibió el respaldo del Tribunal Supremo. Se reconoce la prerrogativa real (el gobierno puede tomar decisiones en nombre de la Corona sin consultar al Parlamento) pero no su utilización para cambiar leyes. Únicamente el Parlamento es soberano.
La primera lectura a las reacciones encontradas a este fallo muestra la fractura política en el Reino Unido desde que el pasado 23 de junio los británicos decidieran abandonar la Unión Europea por un 52% contra un 48%. Antes de ser recibida en la Casa Blanca por Donald Trump, la sentencia supuso una severa derrota para Theresa May. Debe presentar ahora un proyecto de ley que se someterá a escrutinio parlamentario.
No podrá imponer, sin debate ni control, una ruptura radical que deje al Reino Unido completamente fuera del mercado único, el mayor bloque de libre comercio del mundo. Theresa May buscaba una drástica manera de recuperar el control sobre las fronteras y de salir de la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia.
El debate que se abre ahora es el de un Brexit duro o Brexit blando. No está en discusión el Brexit en si mismo. Pero sí la imposición sin control.
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