Rajoy atento al pulso político sobre Puigdemont y la negociación con PNV

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Si una figura como Santi Vila existiera en la actualidad en un primer plano como escisión de PDeCAT (derecha nacionalista independentista) y liderando un nuevo partido catalanista, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se vería más reconfortado. Y estaría más tranquilo. Que no exista una formación como el Partido Nacionalistas Vasco (PNV) en Cataluña, pactista, y de respeto a la ley y la Constitución, es lo que sorprende, preocupa, y abiertamente alarma a Mariano Rajoy. Es el verdadero, y grave, problema político número uno en Cataluña.

Cómo devolver el orden constitucional a Cataluña, cumplir el mandato del Rey Felipe VI y dar por acabala la aplicación del artículo 155 es la prioridad política de Mariano Rajoy.

Aunque es algo que no sabemos por el momento, a partir del Lunes de Pascua el presidente del Gobienro podría comenzar contactos directos y reservados -una agenda muy discreta- con Íñigo Urkullu para hablar lo primero sobre el conflicto político en Cataluña y la necesidad del respeto a la ley y al pacto constitucional.

Mariano Rajoy cumplió las expectativas de un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. Ha restablecido el pacto con Ciudadanos

Ahora, desde un segundo plano, en días con su familia en Sanxenxo, tiene toda la atención centrada en Cataluña. Está escuchando muchas opiniones y observando. Sabe que es un momento de extraordinaria importancia política porque hay una lucha fratricida entre el independentismo.

Por un parte las fuerzas jacobinas de JxCat, la ultraderecha escéptica, radical y xenófoba que sólo acepta romper con España, la Unión Europea y el euro. Son los talibanes de Carles Puigdemont (encarcelado en Alemania). Cuentan con el apoyo de la CUP, la ultraizquierda antisistema, anticapitalista y anarquista, los llamados cuperos.

Frente a ellos la izquierda republicana, populista e independentista de Esquerra Republicana (ERC) navega en el alambre. Una de sus almas opta por la ruptura unilateral; la otra, por un cierto compromiso sin violar la ley.

A ellos se suma el factor Torrent. Ropger El presidente de la Cámara ha incumplido su promesa del primer momento. Anunció su plan de recoser Cataluña. Por el contrario la está desgarrando. Es difícil haber hecho más acciones para romper y rasgar. Un presidente que ha convertido su cargo en  un mitin sin fin. 

Mariano Rajoy permanece en esta Semana Santa con el teléfono rojo abierto. En contacto con el Rey y con los líderes del núcleo duro de la Unión Europea y la Zona euro. La Moncloa, con discreción, se trasladó a Galicia hasta el lunes de Pascua.
 
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