Mariano Rajoy, las confesiones a Màrius Carol del desafío político de Cataluña

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En la escena política, Artur Mas y dos de sus exconsejeras condenadas por desobediencia grave al Tribunal Constitucional. Lo mismo para Francesc Homs. Sin embargo, una reacción de indiferencia y frialdad esta vez en las calles de Barcelona.

En la escena legislativa, en el Parlamento de Cataluña, un marco de autoritarismo sin precedentes de las fuerzas radicales e independentistas con desprecio a la oposición. La llamada ley de transitoriedad que declararía la república catalana ha dañado la credibilidad democrática del PDeCAT y de ERC. Y agravado aun más el carácter anticapitalista, antisistema y anticonvivencia de la Candidatura de Unidad Popular, la CUP.

Carles Puigdemont no quiso estar en la hora de importantes anuncios de Mariano Rajoy en Barcelona. Tampoco Artur Mas. Recientemente el Círculo de Economía instó al cumplimiento de la legalidad, en advertencia a Carles Puigdemont de la necesidad de diálogo político para un conflicto político. El presidente del Gobierno también lo asume.

Mariano Rajoy viajó a Barcelona e hizo anuncios importantes bajo estas coordenadas. Fue interesante y revelador lo que apuntó a Màrius Carol, director de La Vanguardia, en declaraciones inéditas.

El presidente del Gobierno sabe y conoce que la cuestión catalana no sólo es una cuestión de obras públicas. Y ni tampoco de financiación aunque no descarta aliviar la deuda de Cataluña. Negó que haya margen para un referéndum, pero se mostró concencido de que no habrá colapso final sino desenlace pragmático -"esta historia acabará bien", señaló-.

Reconoció que Cataluña es la cuestión a la que dedica "más tiempo, más interés y más atención yo y todo mi Gobierno".

No quiere cerrar la operación Diálogo que lidera la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. "Ya sabemos en qué no estamos de acuerdo, pero la cuestión es preguntarse si esa discrepancia debe bloquear todo lo demás", apuntó. Reveló también lo esencial de su encuentro discreto, que no secreto, con Carles Puigdemont. "La petición más importante que hice fue que echaba de menos su presencia en la conferencia de presidentes donde se hablaría de temas que importan a los catalanes", reveló.

Mariano Rajoy quiere, espera y desea un diálogo político con Carles Puigdemot y Oriol Junqueras. No ocultó la presión que siente. Por primera vez ha reconocido el conflicto político con toda su intensidad, con la necesidad de un primer paso de respuesta y la de próximos avances aún más rápidos.

Admitió que en su despacho de La Moncloa siente la misma presión que cuando se intentó plantear el rescate total de España. Y lamenta que el nacionalismo catalán pactista haya quedado desplazado por el radicalismo.

Mariano Rajoy contestó a fondo sobre todas las cuestiones al director de La Vanguardia. Está convencido de que se escribirá un final sensato, no quiere adelantar escenarios, pero admite que una reforma de la Constitución inmediata con la disolución de las Cámaras y la convocatoria de nuevas elecciones generales no sería la mejor respuesta para los ciudadanos.
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