Mariano Rajoy y Albert Rivera buscan el mayor apoyo político a los Presupuestos
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Han sido necesarios tres meses para visualizar finalmente una legislatura más sólida que la que se pudo observar en agitados plenos con un ambiente en el grupo socialista de tensión y fisuras como sucedió en el choque sobre la reforma de la estiba.
Partido Popular (PP) y Ciudadanos -centro derecha y liberales- sellaron su acuerdo sobre los Presupuestos. Luis de Guindos y Luis Garicano lo oficializaron junto al Congreso de los Diputados con un café en Casa Manolo. La imagen mostró la negociación profunda entre los equipos de ambos partidos y su ubicación en el espacio de la centralidad.
Fue necesaria una conversación telefónica el miércoles entre Albert Rivera y Mariano Rajoy, de viaje en Malta para asistir al congreso del Partido Popular Europeo (PPE). Por parte del Partido Popular se han implicado Luis de Guindos, Fátima Báñez y Álvaro Nadal.
Mariano Rajoy quiso que Ciudadanos tuviera su propio espacio para subrayar los logros en estas negociaciones intensas de los Presupuestos. Albert Rivera lo hizo destacando los 1.650 millones para políticas sociales y de ayuda a las clases medias, y los 2.100 millones para aumentar las inversiones en formación, compensar la bajada del IVA cultural y lucha contra el fraude fiscal.
Esta vez Mariano Rajoy ha querido, con convencimiento, construir una relación sólida entre Partido Popular y Ciudadanos sobre los Presupuestos. Dejó en manos de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, buscar los acuerdos con Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC). Asumió a la vez, de forma personal, la negociación con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) que es esencial.
Pero a la vez tanto el presidente del Gobierno como el líder de Ciudadanos quieren ampliar las zonas de consenso sobre los Presupuestos al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Los dos son muy conscientes de que acaba la gestión de la Comisión Gestora y las primarias pueden abrir escenarios diametralmente distintos.
Los Presupuestos de 2017 tienen una altísima importancia política. Suponen un test en los compromisos con la Comisión Europea. Pero a la vez pueden abrir estabilidad para 2018 con su prórroga - si se hace necesaria- . El objetivo de una legislatura hasta 2019 se abre paso con fuerza.
Partido Popular (PP) y Ciudadanos -centro derecha y liberales- sellaron su acuerdo sobre los Presupuestos. Luis de Guindos y Luis Garicano lo oficializaron junto al Congreso de los Diputados con un café en Casa Manolo. La imagen mostró la negociación profunda entre los equipos de ambos partidos y su ubicación en el espacio de la centralidad.
Fue necesaria una conversación telefónica el miércoles entre Albert Rivera y Mariano Rajoy, de viaje en Malta para asistir al congreso del Partido Popular Europeo (PPE). Por parte del Partido Popular se han implicado Luis de Guindos, Fátima Báñez y Álvaro Nadal.
Mariano Rajoy quiso que Ciudadanos tuviera su propio espacio para subrayar los logros en estas negociaciones intensas de los Presupuestos. Albert Rivera lo hizo destacando los 1.650 millones para políticas sociales y de ayuda a las clases medias, y los 2.100 millones para aumentar las inversiones en formación, compensar la bajada del IVA cultural y lucha contra el fraude fiscal.
Esta vez Mariano Rajoy ha querido, con convencimiento, construir una relación sólida entre Partido Popular y Ciudadanos sobre los Presupuestos. Dejó en manos de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, buscar los acuerdos con Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC). Asumió a la vez, de forma personal, la negociación con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) que es esencial.
Pero a la vez tanto el presidente del Gobierno como el líder de Ciudadanos quieren ampliar las zonas de consenso sobre los Presupuestos al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Los dos son muy conscientes de que acaba la gestión de la Comisión Gestora y las primarias pueden abrir escenarios diametralmente distintos.
Los Presupuestos de 2017 tienen una altísima importancia política. Suponen un test en los compromisos con la Comisión Europea. Pero a la vez pueden abrir estabilidad para 2018 con su prórroga - si se hace necesaria- . El objetivo de una legislatura hasta 2019 se abre paso con fuerza.
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