Llutxent, 25 aviones en la lucha contra un incendio pavoroso que cerca a Gandía
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El incendio de Llutxent (Comunidad Valenciana) ya ha arrasado 2.600 hectáreas y ha afectado a una veintena de casas de Gandía. Llamas pavorosas llevando destrucción y enorme tristeza.
El incendio forestal declarado el pasado lunes en Llutxent (provincia de Valencia) ya ha arrasado cerca de 2.600 hectáreas y ha afectado a una veintena de casas de la Marchuquera, en el término de Gandía, tras una noche en la que las llamas avanzaron ayudadas por vientos de hasta 70 kilómetros por hora.
En Las Mañanas de RNE el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat Valenciana, José María Ángel, ha señalado que se prevé que a lo largo del día participen en las labores de extinción 27 medios aéreos, que ya han comenzado a incorporarse a primera hora, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME).
Aseguró que la evolución de las llamas fue "muy convulsiva" y de un "impacto tremendo ayudadas por el viento de hasta 70 kilómetros por hora" al llegar a un barranco en los alrededores de Gandía. Por ello se actuó en urbanizaciones como La Marchuquera, donde el fuego ha afectado a entre 10 y 20 casas, La Ermita, Montepino y Montesol.
Explicó que el fuego se ha complicado en las últimas horas por varios factores, entre ellos, el cambio del viento y las altas temperaturas que han favorecido que las llamas, sobre las que se había trabajado, se recuperaran.
Esta circunstancia hizo que se tuviera que desalojar a los vecinos de varias urbanizaciones, algunas de cuyas viviendas se han visto afectadas por el fuego. También la orografía del terreno, con numerosos barrancos, dificulta el trabajo de las brigadas de tierra.
"Este fenómeno meteorológico fue de muy pocos minutos pero es el mejor aliado que tiene el fuego", ha dicho el director general, quien ha recordado que a consecuencia del incendio ya han sido desalojadas cerca de 2.600 personas. Los medios aéreos han salido a primera hora de este miércoles coordinados por los operativos que han trabajado este martes por la noche, lo que permite que vayan directamente a los puntos concretos donde lanzar el agua y los retardantes.
También se han incorporado medios de los Consorcios de bomberos de Alicante y Castellón y bomberos de la ciudad de Valencia, así como una unidad de la UME de Zaragoza, y también efectivos de otras autonomías españolas.
"Tenemos un gran trabajo hasta las once de la mañana, periodo en el que no habrá viento y, tras la carga de humedad que ha habido esta noche, hay que aprovechar estas horas, que son cortas, porque a partir de las 12 de mediodía empiezan a elevarse mucho las temperaturas y se prevé que vuelva a haber rachas de viento", subrayó.
La zona afectada por el fuego es en su mayoría campos de cultivo abandonados y zonas quemadas en anteriores incendios. Confirmó que varios brigadistas y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han visto afectados durante su trabajo aunque ninguno de ellos está en peligro.
El incendio forestal declarado el pasado lunes en Llutxent (provincia de Valencia) ya ha arrasado cerca de 2.600 hectáreas y ha afectado a una veintena de casas de la Marchuquera, en el término de Gandía, tras una noche en la que las llamas avanzaron ayudadas por vientos de hasta 70 kilómetros por hora.
En Las Mañanas de RNE el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat Valenciana, José María Ángel, ha señalado que se prevé que a lo largo del día participen en las labores de extinción 27 medios aéreos, que ya han comenzado a incorporarse a primera hora, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME).
Aseguró que la evolución de las llamas fue "muy convulsiva" y de un "impacto tremendo ayudadas por el viento de hasta 70 kilómetros por hora" al llegar a un barranco en los alrededores de Gandía. Por ello se actuó en urbanizaciones como La Marchuquera, donde el fuego ha afectado a entre 10 y 20 casas, La Ermita, Montepino y Montesol.
Explicó que el fuego se ha complicado en las últimas horas por varios factores, entre ellos, el cambio del viento y las altas temperaturas que han favorecido que las llamas, sobre las que se había trabajado, se recuperaran.
Esta circunstancia hizo que se tuviera que desalojar a los vecinos de varias urbanizaciones, algunas de cuyas viviendas se han visto afectadas por el fuego. También la orografía del terreno, con numerosos barrancos, dificulta el trabajo de las brigadas de tierra.
"Este fenómeno meteorológico fue de muy pocos minutos pero es el mejor aliado que tiene el fuego", ha dicho el director general, quien ha recordado que a consecuencia del incendio ya han sido desalojadas cerca de 2.600 personas. Los medios aéreos han salido a primera hora de este miércoles coordinados por los operativos que han trabajado este martes por la noche, lo que permite que vayan directamente a los puntos concretos donde lanzar el agua y los retardantes.
También se han incorporado medios de los Consorcios de bomberos de Alicante y Castellón y bomberos de la ciudad de Valencia, así como una unidad de la UME de Zaragoza, y también efectivos de otras autonomías españolas.
"Tenemos un gran trabajo hasta las once de la mañana, periodo en el que no habrá viento y, tras la carga de humedad que ha habido esta noche, hay que aprovechar estas horas, que son cortas, porque a partir de las 12 de mediodía empiezan a elevarse mucho las temperaturas y se prevé que vuelva a haber rachas de viento", subrayó.
La zona afectada por el fuego es en su mayoría campos de cultivo abandonados y zonas quemadas en anteriores incendios. Confirmó que varios brigadistas y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han visto afectados durante su trabajo aunque ninguno de ellos está en peligro.
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