Jeroen Dijsselbloem desata una tormenta en el Eurogrupo por su lenguaje soez
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En las crisis de Grecia, el holandés Jeroen Dijsselbloem mostró en Atenas su falto de tacto y prudencia, y su espíritu arrogante. En el momento en en que se discute su futuro en el Eurogrupo, tras la derrota de su partido en las elecciones en Holanda, no midió las palabras en sus declaraciones al diario alemán FAZ, Frankfurter Allgemeine Zeitung.
"Uno no puede gastarse todo su dinero en alcohol y mujeres y luego pedir ayuda". Fue una declaración de intenciones que indignó en el Parlamento Europeo. Jeroen Dijsselbloem no quiso retractarse asegurando que no fueron sus palabras.
Sin embargo lo afirmó. Textualmente declaró lo siguiente al FAZ:
"Por un lado, si lo aplicamos de forma consistente, somos más predecibles de cara al exterior. Por el otro, el pacto crea confianza en la Zona euro. Durante la crisis del euro, los países del norte de la Zona euro han mostrado solidaridad con los países en crisis. Como socialdemócrata, creo que la solidaridad es extremadamente importante. Pero quienquiera que pida solidaridad también tiene obligaciones. Uno no puede gastar todo su dinero en alcohol y mujeres y luego pedirte ayuda. Estos principios se aplican a nivel personal, local, nacional y también europeo".
Jeroen Dijsselbloem se hizo un flaco favor así mismo. En un año muy importante para la Unión Europea, Holanda quedó al costado de las cuatro potencias líderes tras el Brexit (Alemania, Francia, Italia y España). Lo que antes eran elogios a su gestión son ahora recelos y críticas ahora a su falta de tacto y peso político en su país. En un momento complejo en el Eurogrupo, ese talante arrogante disgusta.
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