La incógnita en Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva y el rol de Fernando Haddad

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Un marco político de alta incertidumbre en Brasil con una economía en recesión desde 2014, una clase política vapuleada por el caso Petrobras, el impeachment en 2016 a la última presidenta electa Dilma Rousseff y la impopularidad de su sucesor, el presidente Michel Temer.



No hay todavía ningún escenario fiable. Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel desde hace cuatro meses, actúa como si todavía pudiera volver al primer plano. Considera que podrá vencer todos los pulsos a sus enemigos (que son importantes en Brasil). Desde la carcel, denunció su situación en un artículo escrito para The New York Times.

"Mi encarcelamiento fue la última fase en un golpe de movimiento de cámara lenta diseñado para marginar permanentemente a las fuerzas progresistas en Brasil", sentenció.

La primera encuesta de Ibope a nivel nacional le sitúa al frente de las intenciones de voto con un 37%. El sondeo de CNT/MDA apunta en la misma dirección. ¿Qué sucederá si el Tribunal Electoral frustra definitamente su candidatura? Luiz Inácio Lula da Silva podría dejar su liderazgo en manos de Fernando Haddad, exalcalde Sao Paulo. Pero esta situación de dudas y pulsos amenaza con sorpresas. Los analistas dudan de un trasvase de votos total a Fernando Haddad. Atemción al papel que tendrá la abstención.

El sondeo de Ibope concede a Jair Bolsonaro un 18%. Podría crecer hasta un 20% si Lula da Silva quedara fuera de la campaña. Bolsonaro es el Trump brasileño, con las lógicas distancias pero los mismos tintes radicales en sus mensajes en las redes sociales.

Ningun candidato logrará la mayoría en la primera vuelta. Los analistas no dudan de ello. Por el momento, frente a Bolsonaro, los demás candidatos no logran todavía una clara movilización: Marina Silva, 6%; Geraldo Alckmin, 5%; Ciro Gomes, 5%; y Henrique Meirelles, 1%.

En Buenos Aires, con un escenario político agitado, se observa con mucha atención la campaña de Brasil y el alto nivel de incertidumbre.
Compartir en: