Guta Oriental, un infierno de hambruna, muerte y destrucción total

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está advirtiendo muy seriamente. Existe, y avanza cada día, la posibilidad real de que la guerra civil en Siria se extienda y se convierta en un conflicto regional con repercusiones mundiales. El infierno de siete años de muerte y sufrimiento puede acabar por encender una gran guerra.



En estos momentos están interviniendo militarmente seis países (Siria, Turquía, Rusia, Irán, Israel, y Estados Unidos), tres poderosos grupos armados (Hezbolá, los rebeldes sirios que combaten a Bachar el Asad y las milicias kurdas)  y diversas guerrillas terroristas yihadistas, entre ellos Estado Islámico (ISIS) (Daesh).

Especialmente dramática es la situación en Guta Oriental

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ante el intenso llamamiento del Consejo de Seguridad, ordenó una "pausa humanitaria" (cinco horas cada día). Urgió además a la formación de un "corredor humanitario". Se trata de que los civiles puedan abandonar la región de Guta Oriental. Es el reducto rebelde situado a las afueras de Damasco. Vive una situación crítica médica y de hambruna con entre 250.000 y 400.000 civiles atrapados en una pesadilla de sufrimiento atroz. Es un área de casi 100 kilómetros cuadrados. Siete años de guerra en Siria están llegando de nuevo a otro momento crítico como el vivido en Alepo.

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