Frankenstein en crisis con duro desafío de Torra y Puigdemont a Sánchez
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Frankenstein, el pacto que echó a Mariano Rajoy de La Moncloa, ha entrado de nuevo en crisis. Sin acuerdo sobre los Presupuestos de 2019, ni pacto en la cuestión delicada de las pensiones, y con clima de desaceleración económica. A ello se suma la guerra de los lazos amarillos y el hostigamiento de Carles Puigdemont contra el juez Pablo Larrena. Encendidas de nuevo las luces rojas.
No solo hay debilidad de un Gobierno con 84 diputados. En la mesa del Consejo de Ministros han estallado las tensiones. Fuerte inquietud en sectores socialdemócratas del PSOE. El pacto de la moción de censura ante una rentrée crítica al declarar el expresidente prófugo y el presidente de la Generalitat el fin de la tregua política. Grave fractura política, social y emocional en Cataluña con cadena de errores de Pedro Sánchez. El escenario es ahora sensiblemente peor al de Mariano Rajoy.
Fin de la tregua
Carles Puigdemont aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez "sentará un precedente gravísimo" si se hace cargo de la defensa de Pablo Llarena, juez del Tribunal Supremo, en la causa en Bélgica.
"Sentaría un precedente gravísimo que se hiciera cargo de los gastos de la defensa jurídica de un español, sea juez o no, que tiene una demanda particular en otra jurisdicción", señaló Puigdemont desde Waterloo.
Señaló que existe "cierta confusión" sobre si el Gobierno de Pedro Sánchez se hará o no cargo de la defensa de Pablo Llarena y explicó que aunque ha leído la información varias veces todavía no se ha aclarado.
"Ya veremos qué pasa el día 4. Lo que estoy seguro es que hay muchas presiones políticas, lo que demuestra nuestra argumentación principal desde que empezó este maldito proceso contra el procés todo esto es un montaje político, de persecución política", afirmó.
Puigdemont señaló que así lo demuestra que el Partido Popular hiciera "defensa política de posicionamientos jurídicos", así como que "un magistrado (Pablo Llarena) hablara en vez de callar sobre causas que estaba instruyendo".
Llarena está citado judicialmente en Bélgica el próximo 4 de septiembre por una demanda civil presentada por Puigdemont y los exconsejeros huidos.
No solo hay debilidad de un Gobierno con 84 diputados. En la mesa del Consejo de Ministros han estallado las tensiones. Fuerte inquietud en sectores socialdemócratas del PSOE. El pacto de la moción de censura ante una rentrée crítica al declarar el expresidente prófugo y el presidente de la Generalitat el fin de la tregua política. Grave fractura política, social y emocional en Cataluña con cadena de errores de Pedro Sánchez. El escenario es ahora sensiblemente peor al de Mariano Rajoy.
Fin de la tregua
Carles Puigdemont aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez "sentará un precedente gravísimo" si se hace cargo de la defensa de Pablo Llarena, juez del Tribunal Supremo, en la causa en Bélgica.
"Sentaría un precedente gravísimo que se hiciera cargo de los gastos de la defensa jurídica de un español, sea juez o no, que tiene una demanda particular en otra jurisdicción", señaló Puigdemont desde Waterloo.
Señaló que existe "cierta confusión" sobre si el Gobierno de Pedro Sánchez se hará o no cargo de la defensa de Pablo Llarena y explicó que aunque ha leído la información varias veces todavía no se ha aclarado.
"Ya veremos qué pasa el día 4. Lo que estoy seguro es que hay muchas presiones políticas, lo que demuestra nuestra argumentación principal desde que empezó este maldito proceso contra el procés todo esto es un montaje político, de persecución política", afirmó.
Puigdemont señaló que así lo demuestra que el Partido Popular hiciera "defensa política de posicionamientos jurídicos", así como que "un magistrado (Pablo Llarena) hablara en vez de callar sobre causas que estaba instruyendo".
Llarena está citado judicialmente en Bélgica el próximo 4 de septiembre por una demanda civil presentada por Puigdemont y los exconsejeros huidos.
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