Franco fuera del Valle, reunión con Torra y elecciones en 2020
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Como en la serie creada por Aaron Sorkin, The West Wing (El ala oeste de la Casa Blanca), el frescor de los jardines de La Moncloa, en el comienzo de la noche de Madrid, penetró a través de la puerta abierta. Sin visillos, los espectadores vieron una escena más próxima al estilo del Despacho Oval cuando se abre a la prensa.
Contundentes las preguntas de Ana Blanco y Sergio Martín (sin corbata), pero ausencia a la vez de lo que hubiera crispado el ambiente, y hubiera sido políticamente incorrecto, el reciente encuentro secreto celebrado en La Moncloa de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias, el líder de Podemos (la izquierda radical y anticapitalista). Pedro Sánchez prefirió hablar de lo esencial que es el Partido Popular pero a la vez afirmó sin tapujos que la moción de censura que le abrió La Moncloa sin elecciones significó un cambio de era en la política de España.
En sus primeras declaraciones como presidente del Gobierno, en la entrevista concedida a Televisión Española (TVE), varias cuestiones especialmente subrayadas. Confirmó su plan de agotar el resto de legislatura (2018 y 2019) avanzando que convocará elecciones generales en 2020.
Se pronunció además sobre la decisión en firme de trasladar los restos de Franco del Valle de los Caídos, esperando el mayor apoyo posible. Lo tendría si logra en el Congreso de los Diputados el respaldo de Partido Popular, Podemos y Ciudadanos.
En una entrevista de 30 minutos, emitida desde el Palacio de La Moncloa, Pedro Sánchez anticipó nuevos impuestos para financiar las pensiones. Y mostró su decisión de acercar a los políticos secesionistas presos (Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Joaquim Forn, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart) a cárceles catalanas.
En la prioridad de su agenda política doméstica, anuncio de un encuentro en el mes de julio con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Horas antes de emitirse esta entrevista, los servicios de comunicación de La Moncloa moostraron el día a día de Pedro Sánchez, las reuniones con su equipo preparando la agenda semananal, con su perra Turca, y en acción con su afición deportiva de primera hora de la mañana, running en lugar de las caminatas a paso vivo de Mariano Rajoy (Pedro Sánchez no citó en ningún momento al expresidente por su nombre).
Contundentes las preguntas de Ana Blanco y Sergio Martín (sin corbata), pero ausencia a la vez de lo que hubiera crispado el ambiente, y hubiera sido políticamente incorrecto, el reciente encuentro secreto celebrado en La Moncloa de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias, el líder de Podemos (la izquierda radical y anticapitalista). Pedro Sánchez prefirió hablar de lo esencial que es el Partido Popular pero a la vez afirmó sin tapujos que la moción de censura que le abrió La Moncloa sin elecciones significó un cambio de era en la política de España.
En sus primeras declaraciones como presidente del Gobierno, en la entrevista concedida a Televisión Española (TVE), varias cuestiones especialmente subrayadas. Confirmó su plan de agotar el resto de legislatura (2018 y 2019) avanzando que convocará elecciones generales en 2020.
Se pronunció además sobre la decisión en firme de trasladar los restos de Franco del Valle de los Caídos, esperando el mayor apoyo posible. Lo tendría si logra en el Congreso de los Diputados el respaldo de Partido Popular, Podemos y Ciudadanos.
En una entrevista de 30 minutos, emitida desde el Palacio de La Moncloa, Pedro Sánchez anticipó nuevos impuestos para financiar las pensiones. Y mostró su decisión de acercar a los políticos secesionistas presos (Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Joaquim Forn, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart) a cárceles catalanas.
En la prioridad de su agenda política doméstica, anuncio de un encuentro en el mes de julio con el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Horas antes de emitirse esta entrevista, los servicios de comunicación de La Moncloa moostraron el día a día de Pedro Sánchez, las reuniones con su equipo preparando la agenda semananal, con su perra Turca, y en acción con su afición deportiva de primera hora de la mañana, running en lugar de las caminatas a paso vivo de Mariano Rajoy (Pedro Sánchez no citó en ningún momento al expresidente por su nombre).
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