Elecciones Brasil, se estrechó la brecha entre Bolsonaro y Haddad
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Jair Bolsonaro (63 años), el candidato de la ultraderecha. El hombre que admira en Estados Unidos a Donald Trump; y a Marine Lepen, Matteo Salvini, y Viktor Orbán en Europa: y Rodrigo Duterte en Fipilinas, no arrasará. Fernando Haddad (55 años), el candidato socialdemócrata, el líder del Partido de los Trabajadores (PT), hizo un gran esfuerzo para girar y buscar el centro en su intento de no ser arrastrado por la marea de radicalización. Si lo consigue, será un triunfo personal. Logrará tener peso para mayor equilibrio y moderación. Todo en un puño de incógnitas.
En el entorno de Jair Bolsonaro había unas expectativas de lograr un 60% frente a Fernando Haddad. Los últimos sondeos, antes de comenzar la elección, apuntan a una victoria más ajustada, pivotando sobre seis puntos.
La cuestión que inquieta en Sao Paulo (la urbe metropolitana donde analistas, inversores, banco de inversión y gurús se interrogan sobre a dónde girará este Brasil) es la del retorno de los militares el centro de la escena política, Una cuestión seguida con mucha atención en Buenos Aires.
Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal, formación de extrema derecha) y Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores, formación socialdemócrata) vivieron con cautela el final de la campaña. La última encuesta de Datafolha mostró a Bolsonaro con el 56% de las intenciones de voto frente al 44% de Haddad. Otros sondeos apuntaron a un estrechamiento de seis puntos con tendencia a reducirse.
Desde hace más de un año, mandos jubilados forman junto a académicos y especialistas el llamado Grupo de Brasilia, proyectando líneas de acción en sectores claves de la nación . Aunque todos han subrayado el rol institucional de las Fuerzas Armadas, el respeto a la Constitución y las instituciones democráticas, inquieta en Brasil que Bolsonaro sea un nostálgico de la última dictadura (1964-1985).
Al frente de este grupo está el general Augusto Heleno. El primer comandante de la misión de paz de Naciones Unidas en Haití (2004-2005). Persona culta, moderada, y abierto al diálogo. Bolsonaro ya ha anunciado que sería, si gana, su ministro de Defensa.
Dos miembros claves del Grupo de Brasilia son el general Oswaldo Ferreira, excomandante del Comando Militar del Norte y exjefe del Departamento de Ingeniería y Construcción del Ejército, y el general Alessio Ribeiro Souto, ex jefe del Centro Tecnológico del Ejército. Ferreira podría estar al frente del Ministerio de Transporte e Infraestructura. Ribeiro Souto, uno de los nombres en las quinielas para la cartera de Educación. Son puestos claves.
El candidato a vicepresidente del PSL, el general Hamilton Mourao, ex jefe del Comando Militar del Sur, una personalidad discutida entre sus propios compañeros.
Todos estos mandos tuvieron sólidas carreras en la democracia alejados de un futuro protagonismo en la vida política. Todo cambió en la etapa de Dilma Rousseff. Entonces sí se interesaron por las alternativas al Partido de los Trabajadores confluyendo en la personalidad de Jair Bolsonaro.
Son desde luego una de las elecciones más disputadas y trascendentales en mucho tiempo. Marcadas por la situación de Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción, y el apuñalamiento de Jair Bolsonaro.
En el entorno de Jair Bolsonaro había unas expectativas de lograr un 60% frente a Fernando Haddad. Los últimos sondeos, antes de comenzar la elección, apuntan a una victoria más ajustada, pivotando sobre seis puntos.
La cuestión que inquieta en Sao Paulo (la urbe metropolitana donde analistas, inversores, banco de inversión y gurús se interrogan sobre a dónde girará este Brasil) es la del retorno de los militares el centro de la escena política, Una cuestión seguida con mucha atención en Buenos Aires.
Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal, formación de extrema derecha) y Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores, formación socialdemócrata) vivieron con cautela el final de la campaña. La última encuesta de Datafolha mostró a Bolsonaro con el 56% de las intenciones de voto frente al 44% de Haddad. Otros sondeos apuntaron a un estrechamiento de seis puntos con tendencia a reducirse.
Desde hace más de un año, mandos jubilados forman junto a académicos y especialistas el llamado Grupo de Brasilia, proyectando líneas de acción en sectores claves de la nación . Aunque todos han subrayado el rol institucional de las Fuerzas Armadas, el respeto a la Constitución y las instituciones democráticas, inquieta en Brasil que Bolsonaro sea un nostálgico de la última dictadura (1964-1985).
Al frente de este grupo está el general Augusto Heleno. El primer comandante de la misión de paz de Naciones Unidas en Haití (2004-2005). Persona culta, moderada, y abierto al diálogo. Bolsonaro ya ha anunciado que sería, si gana, su ministro de Defensa.
Dos miembros claves del Grupo de Brasilia son el general Oswaldo Ferreira, excomandante del Comando Militar del Norte y exjefe del Departamento de Ingeniería y Construcción del Ejército, y el general Alessio Ribeiro Souto, ex jefe del Centro Tecnológico del Ejército. Ferreira podría estar al frente del Ministerio de Transporte e Infraestructura. Ribeiro Souto, uno de los nombres en las quinielas para la cartera de Educación. Son puestos claves.
El candidato a vicepresidente del PSL, el general Hamilton Mourao, ex jefe del Comando Militar del Sur, una personalidad discutida entre sus propios compañeros.
Todos estos mandos tuvieron sólidas carreras en la democracia alejados de un futuro protagonismo en la vida política. Todo cambió en la etapa de Dilma Rousseff. Entonces sí se interesaron por las alternativas al Partido de los Trabajadores confluyendo en la personalidad de Jair Bolsonaro.
Son desde luego una de las elecciones más disputadas y trascendentales en mucho tiempo. Marcadas por la situación de Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción, y el apuñalamiento de Jair Bolsonaro.
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