Cospedal y Soraya, la primera crisis para Pablo Casado en el Partido Popular
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Soraya Sáenz de Santamaría, al conocer los resultados contundentes de la victoria de Pablo Casado, mantuvo la entereza, saludó al ganador, se mostro sin perder su sonrisa ante el aluvión de expectación sobre ella, y abandonó el escenario del XIX Congreso del Partido Popular (PP) para almorzar con su equipo y agradecer el trabajo bien hecho.
La exvicepresidenta ha abierto un tiempo de silencio, un tiempo de reflexión. Primero quiere saber sus propias sensaciones tras reconocer que la política es su espacio natural, el habitat en el que desea quedarse. Pero podría no encontrar su espacio en su propio partido. ¿Qué decisiones pueden abrirse?
También desea analizar lo sucedido. Es una mujer muy reflexiva tras sus acciones. La leyenda urbana, que en este caso sí es real, apunta a una profunda aversión personal entre dos mujeres, como también puede suceder entre dos hombres, en cualquier organización. Es decir, ha existido en el Partido Popular una cohabitación muy tensa entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. Esto es cierto. No se trata de una Fake News. Mariano Rajoy siempre lo supo y le preocupó. Como buen CEO político, trató de compaginar los dos talentos. No logró, algo que le mortifica.
En la primera votación de las primarias, Soraya venció a Cospedal. Esta última, quedó derrotada para presidir el partido. Pero en en la segunda lucha de cuerpo a cuerpo, Soraya quedó a su vez KO por Cospedal en una venganza no dulce sino especialmente cruel.
Los discursos antes de la votación lo decidieron. Pablo Casado se dirigió al corazón del partido en un llamamiento duro, populista, y sin concesiones contra cualquier rival. Soraya Sáenz de Santamaría se equivocó al no usar las mismas armas con moderación y hablar a la vez con los sentimientos y la emotividad en la mano. Perdió por 451 votos de un censo total de 3.008 participantes.
Soraya sobre todo cometió dos errores en su intervención. No fue generosa con María Dolores de Cospedal. No mencionó el nombre de la exsecretaria general, María Dolores de Cospedal. Se equivocó al no situarla en la lista de grandes mujeres pioneras en el partido. Tampoco dejó la lista de la ejecutiva abierta para pactar incorporaciones sin límite.
Para los compromisarios que la derrotaron, quedó retratada como una pragmática, una burócrata, y una funcionaria. Algo totalmente injusto. Por decirlo claramente, a Soraya la condenó el haber sido leal plenamente a Mariano Rajoy, el haber manejado un estilo y discurso políticamente correcto, algo inaceptable desde que Donald Trump humilló a las élites de la costa este.
El escenario que se abre es complejo para Pablo Casado:
1. Fin de carrrera. Soraya Sáenz de Santamaría podría en primer lugar aceptar la derrota en todas sus consecuencias, dejar al Partido Popular y abandonar la política. Marcaría enormemenmte el giro de Pablo Casado del centro derecha a la aliaza con Vox, la ultraderecha. El peor escenario.
2. Liderazgo político para Soraya. Pablo Casado podría integrar plenamente a Soraya Sáenz de Santamatía, aceptar su equipo, seguir sus pautas y nombrarla candidata para la Alcaldía de Madrid o la Presidencia de la Comunidad de Madrid. El mejor escenario.
3. Integración y rectificación. Pablo Casado podría nombrar también a Fátima Báñez como secretaria general del Partido Popular en gesto de reconocer la personalidad de Soraya Sáenz de Santamaría y el legado activo de Mariano Rajoy. El escenario más interesante.
4. Ruptura. La cuarta opción es la del diálogo y la ruptura. Soraya Saénz de Santamaría podría quedar definitivamente fuera y Pablo Casado optar por incorporar a María Dolores de Cospedal. El escenario más peligrosos.
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