El avión de Aeroflot se convirtió en una bola de fuego al aterrizar en Moscú

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Tragedia en el principal aeropuerto de Moscú con hermetismo en un primer momento y reconocimiento después de la muerte de 41 personas. Fallecieron calcinados en medios de circunstancias dramáticas.



El avión, un Superjet-100 de la compañía Aeroflot, volaba de Moscó a Murmansk pero tuvo que volver. Se incedió de forma dantesca en el aeropuerto de Sheremétievo al estrellarse contra la pista en un aterrizaje de emergencia. Se arrastró sin control hasta quedar inmovilizado huyendo despavoridos los pasajeros que pudieron escapar.

Las autoridades rusas confirmaron la muerte de 41 personas de las 78 que viajaban a bordo han muerto. Se especula que un rayo alcanzó al avión en pleno vuelo, forzando el regreso al aeropuerto. Aeroflot se refirió a "razones técnicas".

El vuelo SU1492 había despegado de la capital rusa rumbo a Murmansk hacía 45 minutos. Una vez en tierra, parte del pasaje abandonó el aparato por su propio pie empleando las rampas de emergencia situadas en las puertas delanteras. Las llamas engullían la cola como se pudo ver en las imágenes compartidas en las redes sociales

Se ordenó una investigación oficial. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó sus condolencias a los familiares de la víctimas e impartió instrucciones de prestarles todo tipo de asistencia, informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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