Qué espera la FED ante la victoria de Donald Trump
Las perspectivas son inciertas tras la contundente victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos el 5 de noviembre, lo cual marca un cambio en el panorama de la política monetaria global. La relación entre Trump y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no atraviesa el mejor momento, lo cual añade complejidad a la situación.
Trump, quien nominó a Powell como líder de la Reserva Federal durante su primer mandato en la Casa Blanca, ha centrado parte de su campaña actual en criticar la estrategia de reducción de tipos de interés que ha implementado Powell. Además, el presidente electo insinuó que estas decisiones favorecían a Kamala Harris, su rival demócrata.
Aunque el triunfo del líder republicano está muy reciente, Powell no ha variado sus planes de continuar con una política de reducción gradual de los tipos de interés en la próxima reunión de la Reserva Federal, que se celebrará el jueves. Sin embargo, algunos asesores de Trump han cuestionado la continuidad de Powell al frente de la Fed, sugiriendo que podría ser destituido si el presidente electo así lo decidiera, según informaciones que publica Europa Press.
Será el próximo 20 de enero cuando Trump regresará a la Casa Blanca. Antes de su asunción, aún se celebrará una reunión más de la Reserva Federal, el 18 de diciembre. Esta junta podría resultar decisiva para la política monetaria en los próximos meses, ya que la Fed podría optar por una nueva bajada de tipos o frenar el ritmo de reducción, en función de cualquier posible presión de la nueva administración.
Tras los resultados electorales, la Reserva Federal se ha apegado a sus planes iniciales, con Jerome Powell al frente. Recientemente, el organismo redujo nuevamente los tipos de interés, continuando con una tendencia que comenzó en marzo de 2020. A pesar de las críticas de Trump, que argumenta que la reducción favorece a sus rivales demócratas, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) asegura que los indicadores recientes muestran un crecimiento sólido de la economía. Según el comunicado del FOMC, aunque el mercado laboral se ha debilitado en lo que va del año, la inflación avanza hacia el objetivo del 2%. No obstante, reconocieron que las “perspectivas económicas son inciertas”, y seguirán observando riesgos que puedan afectar su doble mandato de estabilidad de precios y pleno empleo.
Durante una conferencia de prensa, Powell fue cuestionado sobre si renunciaría en caso de que Trump lo solicitara, a lo cual respondió con un firme “no”, señalando que la ley no lo obliga a dejar el cargo. Aunque Powell podría contar con el respaldo de la ley, su posición podría tornarse complicada si el presidente electo aumenta la presión. En cualquier caso, Powell reafirmó que los resultados electorales no influirán en la política monetaria que la Reserva Federal viene implementando en los últimos meses, reiterando que “a corto plazo, las elecciones no tendrán ningún efecto sobre nuestras decisiones”.
La profesora Esmeralda Gómez López, de la Universidad Internacional de La Rioja, considera que la Reserva Federal probablemente seguirá manteniendo su enfoque actual, aunque podría verse forzada a adaptarse a las nuevas políticas económicas que implemente Trump. Gómez opina que la Fed podría tener que ajustarse al ritmo de las medidas que el presidente electo aplique, especialmente en temas que afectan la política monetaria.
Por otro lado, el economista José Manuel Corrales advierte que la política monetaria de la Fed ha tenido efectos negativos, y asegura que una administración como la de Trump podría desencadenar una crisis económica significativa tanto en Estados Unidos como en Europa, principalmente por la posible implementación de aranceles. Según Corrales, la Fed tendría margen limitado para maniobrar en caso de que la nueva administración apueste por políticas comerciales restrictivas.
Para el profesor Carlos Balado, de OBS Business School, el retorno de Trump no necesariamente será un obstáculo para la Fed. Balado argumenta que, según las expectativas del mercado, los tipos de interés podrían descender gradualmente hasta 2025. En su opinión, la Fed y la administración de Trump comparten objetivos en cuanto a la estabilidad de la inflación y el empleo, por lo que ambos podrían alinearse en esta área.
En Europa, existe preocupación sobre los posibles efectos de las políticas de Trump en la economía del continente. El Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea observan con atención, especialmente ante la posibilidad de que se reanude la aplicación de aranceles a productos importados. Cualquier cambio brusco en la política de tipos de interés de la Fed podría dificultar los esfuerzos del BCE por mantener la competitividad del euro frente al dólar, y en caso de que Europa no actúe a tiempo, los expertos advierten que podrían enfrentarse a serias dificultades.
Esmeralda Gómez enfatiza la importancia de que la Unión Europea mejore su productividad de manera autónoma para minimizar el impacto de las medidas arancelarias de Trump. José Manuel Corrales, por su parte, opina que la UE debe tomar decisiones proactivas para competir en un entorno global cada vez más incierto. En cambio, Balado considera que Trump podría adoptar un tono más moderado, dado el contexto actual de deuda y déficit que enfrenta Estados Unidos.
En conclusión, el regreso de Trump a la Casa Blanca genera múltiples interrogantes en la política monetaria global, y la Fed se encuentra en una posición delicada para mantener su independencia y cumplir con su mandato, mientras Europa sigue de cerca los acontecimientos para evitar repercusiones en su economía.