El próximo año traerá nuevas modificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social para los autónomos.

Los autónomos y los cambios en sus cotizaciones a lo largo de 2025

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El próximo año traerá nuevas modificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social para los trabajadores autónomos. Estos cambios forman parte del despliegue progresivo del sistema de cotización por ingresos reales, que ajusta las bases mínimas y los tramos de cotización según los ingresos netos declarados. La cuota mensual que los autónomos pagan actualmente será recalculada, con importes que oscilarán entre 200 y 590 euros al mes, dependiendo de los ingresos del trabajador.

Según las estimaciones de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), aquellos autónomos que perciban ingresos superiores a 1.700 euros netos mensuales verán un aumento en sus cuotas de hasta 90 euros adicionales al mes, mientras que el 40% de los autónomos con ingresos más bajos obtendrán un alivio de hasta 30 euros mensuales en sus pagos.

El sistema de cotización basado en ingresos netos es resultado de un acuerdo alcanzado en 2022 entre el entonces ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y las principales asociaciones de autónomos. Comenzó a implementarse en 2023 y está diseñado para un periodo de transición que se extenderá hasta 2032. Cada tres años, las partes involucradas revisarán y ajustarán las tablas de cotización, siendo 2025 el próximo año de negociación.

En 2024, los autónomos tendrán disponibles 15 tramos de cotización con los siguientes cambios destacados:

  • Cuota mínima: Reducida a 200 euros mensuales, frente a los 225 euros establecidos en 2023.

  • Cuota máxima: Elevada a 590 euros mensuales, superando los 530 euros del año anterior.

  • Los tres tramos más bajos (ingresos netos hasta 1.125,90 euros/mes) tendrán un alivio de hasta 30 euros, con cuotas de 260 euros mensuales como máximo.

  • Los tramos intermedios (ingresos entre 1.125 y 1.700 euros/mes) mantendrán cuotas de entre 291 y 294 euros mensuales.

  • Los autónomos con ingresos superiores a 1.700 euros mensuales deberán asumir aumentos que oscilan entre 30 y 90 euros, situándose entre 350 y 590 euros al mes.

El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) permite cambiar de tramo hasta seis veces al año, ofreciendo flexibilidad para adaptarse a variaciones en los ingresos. Los rendimientos netos, base para determinar las cuotas, se calculan deduciendo los gastos relacionados con la actividad profesional y aplicando una deducción adicional del 7% para autónomos individuales o del 3% para autónomos societarios.

Durante el ejercicio fiscal, los autónomos ajustan sus cuotas en función de sus previsiones de ingresos. Al final del año, la Seguridad Social y la Agencia Tributaria cruzan los datos declarados en la Renta para regularizar las cotizaciones. Si un autónomo ha pagado más de lo debido, se le devolverá el excedente; en caso contrario, deberá abonar la diferencia. Este sistema obliga a todos los autónomos dados de alta, incluso por un solo día, a presentar la declaración de la renta de manera obligatoria.

Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la reforma incrementará los ingresos del sistema en un 0,4% del PIB para 2032, equivalentes a 6.000 millones de euros actuales. Esta progresión busca igualar las cotizaciones de los autónomos con las de los trabajadores del régimen general, cuyo promedio de base supera los 2.200 euros mensuales.

Además, se espera que esta equiparación mejore las prestaciones de los autónomos, incluyendo pensiones y beneficios por cese de actividad. Actualmente, las pensiones de los trabajadores autónomos son un 45% inferiores a las de los asalariados, con un promedio de 869 euros mensuales.

En su primer año de aplicación, el sistema ha mostrado que 700.000 autónomos pagaron cuotas superiores a las debidas, según la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). La Seguridad Social devolverá estos excedentes de manera automática en la primavera de 2024. Alternativamente, los autónomos podrán optar por mantener las cuotas para mejorar sus bases reguladoras y, en consecuencia, acceder a prestaciones más elevadas en el futuro.

Con la reforma en marcha, el objetivo para 2050 es que las cotizaciones autónomas incrementen los ingresos de la Seguridad Social en 0,6 puntos del PIB, generando aproximadamente 9.000 millones de euros adicionales. Esto permitirá ofrecer una mayor protección social a los autónomos y cerrar la brecha entre sus prestaciones y las de los trabajadores asalariados.

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